La CNEA colabora con la formación de profesionales especializados, la producción de radioisótopos, el desarrollo de nuevos tratamientos y la provisión de tecnología de punta para equipar centros de medicina nuclear dedicados a la prevención, la detección temprana y el tratamiento de esta enfermedad.
El cáncer es una enfermedad que se origina por el mal funcionamiento de ciertas células del organismo. En un primer momento, estas comienzan a multiplicarse en forma local, posteriormente proliferan hacia los tejidos vecinos y luego atacan a distancia, formando metástasis.
Existen diferentes tipos de cáncer, ya que las células malignas pueden aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad causa 8,8 millones de muertes por año, siendo los tumores más frecuente los de pulmón, hígado, estómago, colon y mama.
Durante muchos años, esta fue una enfermedad incurable, pero gracias al avance de la ciencia en la actualidad muchos tipos de cáncer pueden ser curados o volverse crónicos. En este contexto, la medicina nuclear tiene un rol destacado al ser una especialidad que emplea técnicas seguras, prácticamente indoloras y muy efectivas para obtener información clínica sobre las patologías oncológicas. Esto permite detectar alteraciones en el organismo mucho antes de que las enfermedades presenten síntomas, posibilitando tratamientos tempranos más efectivos y pronósticos frecuentemente más favorables para la salud de las personas.